Haciendo limpieza en el ordenador, y buscando entre las ingentes cantidades de ficheros que pululan por mi disco duro, he encontrado este fragmento de lo que iba a ser un relato largo y el cual empecé hará casi dos meses, pero que debido a mi inconstancia, nunca me he decidido a terminar. Tengo la idea de cómo podría seguir la historia, pero no las ganas ni el tiempo para concluirla. Al menos en la actualidad. Quizás algún día me encapriche de nuevo y decida continuarla, pero ahora mismo no me "nace". Quizás en verano... en fin.
Y esto no es la primera vez que me ocurre. A veces me da por escribir algún relatillo corto, de calidad bastante dudosa, y al día siguiente me olvido de él como si nada. El caso es que pronto formatearé el ordenador, y sé que este prólogo desaparecerá para siempre, emigrando hacia ese universo paralelo cuyo nexo de unión con el nuestro recibe el curioso nombre de "Papelera de Reciclaje". Así que, ahora que tengo blog, y que puedo gastarlo como me plazca (y además es gratis hacerlo), me he decidido a colgarlo aquí para que alguien lo lea, y para que yo mismo no olvide que un día me dio por empezar una historia y que, más pronto o más tarde, deberé ser capaz de terminarla. A continuación viene el texto. Lo dividiré en tres trozos porque me da que va a ser un pelín largo para meterlo en una única entrada. Espero que os guste.
sábado, 19 de mayo de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
Señor de las dunas, me alegro de verle en el mundo de los blogs, por tanto espero que juntos caminemos seguros por estos parajes. Ya lo dijeron los antigüos, cactus y mazapanes, llegaran lejos si caminan juntos.
Una verdad como un templo, Maese mazapanero. No ha habido alianza tan renombrada desde la que formaron los Garbanzos trompeteros junto a los Jabalíes estrábicos.
De aquí a la Casa Blanca.
me parece una gran historia y espero que siga si puede ser.
que no te desanimen los niños pijos con espadapistola ni vulgares hechizos elementales
creo que al verte de cactus entiendo tu facilidad para absorber toda clase de sustancias, preferiblemente en botella de cristal y a la vez quedarte sin saliba, me robaste el nombre jejejeje
un saludo
Es una especie de proceso de ósmosis. Normalmente cuando llega el sábado suelo absorber todo el líquido que me es posible (si tiene alcohol mejor, que es bueno pa las heridas), y después intento nivelarme con el medio externo mediante la llamada segregación salivar. Que lo haga con ayuda se agradece bastante, pero no es indispensable para la consecución y finalización del procedimiento.
Me voy a volver loco de tanto estudiar.
Jajaja, me parto con las firmas estas, la historia es buena aunque ha quedado eclipsada, sientolo....
Publicar un comentario