Final Fantasy IV: El comienzo de la época dorada.
No sería hasta la llegada de
Pero lo que hizo que esta entrega triunfase y que, hoy día, mucha gente haga de él su Final Fantasy favorito fue su historia. Fue el primer Final Fantasy que, realmente, pueda ser llamado como tal. Esos giros argumentales, esas intrigas, traiciones, drama, amor y comedia, todo ello acompañado por personajes complejos que están a la altura de tan exigente guión en todo momento. En definitiva, por primera vez (pero no última) la historia del sería la principal protagonista del juego, relegando a un segundo plano al resto de aspectos del videojuego. Esto se perdería en parte en la quinta entrega, pero en la sexta entrega esta cualidad volvería a estar presente, y a un nivel nunca visto en ningún juego de consola con anterioridad.Así pues, con esta entrega empieza la época dorada de los Final Fantasy, donde las verdaderas características de la saga salen a la luz para satisfacción de todos los poseedores de la consola de 16 bits de Nintendo.

Pasa el tiempo y el número de fantasías finales va aumentando, ganando en calidad, prestigio y aficionados. Sin embargo, esta quinta entrega tuvo algunos problemas a la hora de versionarlo, por lo cual no fue exportado a América como sí ocurriera con la cuarta o con las siguientes secuelas.
Aún así, este juego fue considerado uno de los más difíciles de la saga junto con la cuarta entrega (aunque para mí el cinco es todavía más difícil), y tiene el curioso honor de poseer el malo final más complejo de derrotar de toda la serie. Además, también tuvo otro añadido que sería incluido en el resto de versiones que aparecerían en un futuro, y es el de la inclusión de monstruos poderosos pero que no es necesario derrotar para poder terminar el juego (las armas, omegas, etc, de los juegos posteriores).Un gran juego, digno de la saga, pero que debido a su trama ligeramente más corta a su predecesora, no fue tan valorada como ésta.


No hay comentarios:
Publicar un comentario